14 junio, 2010

Libros de texto y materiales digitales ¿Intereses comerciales o innovación educativa?

Hace pocos días, durante la Feria del libro de Madrid, la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) y la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE), presentaron un informe sobre el futuro del libro de texto y de los materiales didáccticos distribuidos digitalmente. titulado  La situación de los contenidos digitales educativos en los países de la OCDE: perspectiva española. Véase también el informe de 2008 sobre el libro de texto ante las TIC elaborado por el mismo equipo de trabajo y financiado por la ANELE.

 En la rueda de prensa se realizaron afirmaciones muy discutibles,  (ver la nota de prensa de EUROPA PRESS ) desde un punto de vista educativo, que, en el fondo reflejaban la defensa de intereses comerciales que intereses propiamente pedagógicos. Es lógico. Aunque se decían también algunas cosas que, en el actual estado de la tradición escolar, son difíciles de rebatir y negar: gran parte del profesorado sigue necesitando los textos escolares para ejercer su práctica docente cotidiana.

A raíz de dicha rueda de prensa y de las declaraciones allí efectuadas, J. Adell publicó en su blog, un lúcido comentario titulado Carta a los editores de libros de texto que está teniendo un efecto provocador del debate del futuro del libro de texto y la producción de materiales digitales por el propio profesorado. Está teniendo casi un centenar de respuestas. Entre ellas conviene leer la que ha publicado Iñaki Calvo en su blog IBILBIDEA (una visión de los editores alternativos sobre la futura producción de materiales escolares).

Por otra parte, hace poco la editorial SM publicó un libro no venal  es decir, que no se vendía (curioso ¿verdad?), escrito por J. A. Millán titulado Hacia la escuela 2.0. Proyectos con programas gratuitos para formar ciudadanos de la Sociedad del Conocimiento que solo distribuyó en papel y que ahora han distribuido libremente on line. Lo que se afirma es que lo importante no es disponer de futuros materiales digitales cerrados, estructurados, para seguir y aplicar mecánicamente. Esa es la concepción de la escuela del siglo XIX y XX (por ello, fueron necesarios los libros de texto). En la escuela del siglo XXI, el docente tiene que desarrollar proyectos de trabajo para que los estudiantes investiguen y trabajen cooperativamente para construir conocimiento. Y las TIC, mejor dicho la web 2.0, son herramientas que permiten hacerlo realidad en el aula.

El debate es interesante, necesario e imprescindible. Desde hace tiempo, expreso mi opinión al respecto en este blog. Y tengo la sensación de que nadie (ni editores de libros de texto, ni docentes, ni administración, ni expertos) sabemos por dónde dében ir los tiros. Cada uno apoya sus argumentos en cómo nos gustaría que fuera el futuro.

Desde mi punto de vista las TIC son ya omnipresentes en todos los escenarios de nuestra vida, y por ello, intuyo que, a medio plazo, los centros educativos serán uno de los escasos escenarios de supervivencia del material impreso en la sociedad de la cultura digital. Defiendo que la escuela actual y del futuro tiene que ser un espacio social donde convivan y se apoyen mútuamente los libros con las tecnologías digitales, donde se forme (o alfabetice) al alumnado para que sea capaz de emplear indistintamente los recursos y saberes tanto de la cultura impresa como de la digital. En consecuencia, las bibliotecas escolares debieran seguir cumpliendo el papel de garantes y dinamizadoras de la experiencia de la lectura. 

Es pernicioso el totalitarismo pedagógico del libro de texto, pero también lo será el uso único de las tecnologías digitales en la aulas. Lo relevante será cultivar la cultura impresa y la digital. Son experiencias distintas y complementarias. Laspantallas ofrecen experiencias rápidas e hipertextuales de acceso a la información, pero son los libros quienes permiten experiencias de lectura larga, pausada y reflexiva. Para los educadores lo relevante debiera ser que los niños y niñas obtengan muchas y variadas experiencias de aprendizaje con todos los medios y tecnologías que dispone nuestra sociedad. Actividades como leer libros, usar enciclopedias y diccionarios, escribir textos, ver videos, buscar en bases de datos digitales, elaborar archivos multimedia, ver y analizar productos televisivos, crear sitiosweb, comunicarse mediante email y/o foros, ... que sean valiosas cognitiva y emocionalmente.

En definitiva lo que está en juego no es solamente cambiar unos materiales educativos del pasado (los libros de texto en papel) por otros sofisticados tecnológicamente, sino formar adecuadamente al alumnado como ciudadanos cultos, críticos y preparados para afrontar las incertidumbres y características multimediáticas del siglo XXI y ello significará cambiar las formas de enseñar, así como replantear y redefinir qué significa educar para una cultura compleja.

La complejidad (es decir, la innovación educativa) pasa, hoy en día, por dejar a un lado una metodología de enseñanza basada en el uso  casi exclusivo de libros de texto, y potenciar el aprendizaje de los estudiantes a través de proyectos de trabajo desarrollados tanto con las múltiples herramientas de Internet como con los variados materiales de la biblioteca escolar.


13 comentarios:

Iaenus dijo...

Los alumnos de tercero de la eso no saben ni multiplicvar ni dividir. Todo lo demás es circunstancial.

jvalfaro dijo...

Mi hijo está en 3º y si sabe multiplica y dividir, por lo que todo lo demás no es, o no debería ser circunstancial. Los libros de texto no deben de ser el único material, hay que enseñarlos a utilizar de forma eficaz y coherente la herramientas del siglo XXI

jamacba dijo...

¿Conocen esos aparatos llamados calculadoras?

Domingo Méndez dijo...

Efectivamente Manuel, todo vale para aprender tanto el libro de texto, el vídeo, la pizarra, las TIC, por eso en las escuelas no sobra nada, es imposible que en una escuela no se utilicen los libros, lo que ocurre es que el libro de texto se ha hecho dueño de todo, es el que marca la agenda de clase, el que dice qué, cómo y cuando enseñar y evaluar, y este el problema, que el libro se ha hecho el amo de lo que ocurre en las clases y condiciona toda una manera de enseñar y aprender. Las TIC, sin embargo, nos proporcionan otra forma, otra maneras de enfocar la enseñanza y el aprendizaje, ya no está todo el saber en lo libros, ya en la red se pueden encontrar contenidos multimedia mucho más ricos desde el punto de vista didáctico que se pueden catalogar y organizar, ya las TIC nos permiten elaborar a nosotros y a nuestros alumnos nuestros propios contenidos y compartirlos, pero todo ello pasa por alejarse de la propuesta "monocolor" que nos presenta el libro de texto y todo ello pasa por una nueva organización de los espacios y de los tiempos en los centros educativos, pero bueno, eso da para otras entradas tan interesantes como esta.

Anónimo dijo...

Es verdad que el alumno tiene que construir el conocimiento con la ayuda del profesor,¿lo va encontrar en el libro de texto de papel? creo que no, al ser un recurso cerrado, lo encontrara en la RED. El libro de texto lo iran constuyendo tanto el profesor como el alumno

Surcos dijo...

Me parece una interesante reflexión. El saber, el conocimiento no se encuentra en un sitio único. No podemos abrazar las tecnologías despreciando los libros, el contacto con el papel. Que no quiere decir que sean los libros de texto, pero también. Yo estoy en infantil, pero en primaria y más aún en secundaria hay que trabajar las competencias del lenguaje, la investigación, el análisis.
Pero no debemos de olvidar en todo ello la motivación, yo creo que ese es el principal papel del profesor: motivar al alumnado y enseñarle los medios e instrumentos para crecer en el conocimiento y en las distintas competencias de la vida.
En ese rol, lo que sobra, es la acomodación del profesorado a la linealidad y status del libro de texto.

Jordi Adell dijo...

Una reflexión interesante, gracias Manuel. Aunque hay algunas afirmaciones que deberíamos discutir. Tu blog es un ejemplo magnífico de que en el medio electrónico es posible la escritura pausada y reflexiva (auqnue he de reconocer que la ventanita esta de escribir comentarios no facilita mucho la escritura reflexiva... ni posiblemente la otra :-)). Los libros de texto son todo menos "experiencias de lectura larga, pausada y reflexiva". De hecho, sobre casi cualquier tema, la Wikipedia u otras fuentes en la web les dan cien patadas en profundidad. Evidentemente no todo es bueno, pero para eso están los maestros, para seleccionar, recomendar, etc.

Por otra parte, la economía de los libros de texto es insostenible, especialmente si en la mochila, a su lado, los alumn@s acarrean un portátil con el que se conectan a Internet en el cole y en casa. No creo que ambos artefactos (portátiles+Internet y libros de texto en papel) puedan convivir mucho tiempo. En este sentido, siguiendo con los argumentos económicos, que no pedagógicos, no creo que las editoriales puedan sobrevivir vendiendo sus libros de texto electrónicos. Piensa que pasarán de más de 100-200 euros por alumno (se´gun niveles) a 30 o 50. Y esto los editores lo saben perfectamente porque si algo saben hacer, es números. Es más, quien paga la mayor parte de ese dinero es la administración, esto es, todos nosotros con nuestros impuestos, tengamos hijos en edad escolar o no.
Desde el punto de vista pedagógico, coincido con Domingo plenamente: los libros de texto contribuyen a desprofesionalizar a los docentes. Llevan haciéndolo durante años al evitarles tener que hacer lo que se supone que deben hacer: diseñar, desarrollar y evaluar actividades y experiencias didácticas para SUS alumnos. Quizá, es solo una hipótesis, los supuestos en los que se basa el libro de texto, las necesidades que satisface, han desaparecido en esta era de la información. Los docentes son imprescindibles, pero, ¿los libros de texto, tanto analógicos como digitales, lo son? Buena pregunta.

mavipas dijo...

Hola a todos/as:

Este es mi primer año como docente así que a lo largo del año he ido evolucionando, probando con diversas técnicas, instrumentos y materiales. Llegué cuando los alumnos/as ya habían comprado sus libros así que "me supo mal" no usarlos, y estuve así todo el primer trimestre. En el segundo trimestre no lo puede resistir y fui combinando el libro con power-points, vídeos on line, etc (tengo la suerte de tener una PDI en clase). En el tercer trimestre les dije: chicos, dejad el libro en casa, ya no vamos a cargar más con él.
Pienso que desde ese momento la calidad de la enseñanza y del aprendizaje ha subido de manera clara, la motivación por parte de los alumnos ha sido mucho mayor.

Digo esto, porque estoy de acuerdo con que el problema de los libros de texto (en papel o digitales) son formatos cerrados que limitan al profesor y hacen conformarse a los alumnos con lo que pone en ellos. Si hablamos de una metodología contructiva, creo que esto es lo más cercano a construir el conocimiento.

Anónimo dijo...

Como en tantas otras cosas, mi opinión es que se ha tomado la parte por el todo: el libro de texto debería ser una referencia de consulta en caso de duda, de apoyo, y poco más. La carga verdaderamente pedagógica es la de los 50 minutos del directo en clase, lo que distingue a un buen maestro es que sepa traducir lo que pone el libro de texto a saberes cercanos, accesibles y prácticos a los alumnos.
¿Pueden las TIC sustituir al libro de texto en ese papel? Desde mi punto de vista, sin duda.
Pero lo más probable es que no modificarán la actitud de una parte del profesorado, resistente a la innovación, que pedirá a las editoriales... que les haga las unidades didácticas con materiales informáticos. Porque, me vais a perdonar, pero aún no se ha generalizado, por así decirlo, el Profesor 2.0. La mayor parte de los profesores, sobre todo en secundaria, sigue viendo el libro de texto como un salvavidas continuo para no tener que formarse tanto en lo técnico como en lo pedagógico.

Anónimo dijo...

me parece que la intención de estas publicaciones es meramente comercialya que es la única intención de las empresas de este tipo.

JAvier- Expeto en Mini Moviles

Beltrán dijo...

Muy de acuerdo! lo que realmente interesa es que el muchacho tenga la fuente apropiada de referencia y ésta no es exclusiva de una bibliografía, es simplemente una forma práctica de resumir el trabajo investigativo que debe tener desde temprano el chicho, a una sola literatura. La ventaja de esta época es que nos hace tener la información a la mano y eso nos da una ventaja comparativa con lo que fue la epoca vivida por nuestros padres. Definitivamente la lectura de fuentes impresas o escritas tiene sus consideraciones pero lo más importante es eso... tener las fuentes y contar con la disposición para buscar el conocimiento.

Maria de Lourdes Reyes Arroyo dijo...

El libro de texto digital me parece una excelente opción, sobre todo para quienes no tenemos los recursos suficientes para adquirirlos, en lo personal me ha sido muy útil poder acceder a través del internet a libros digitalizados que si bien sólo permiten visualizar parcialmnete los textos, han contribuido al conociemiento de diversas opiniones y puntos de vista con respecto a un tema.
Esperemos que cadaa vez existan más libros digitalizados de acceso público.

Unknown dijo...

Todo debe guardar un equilibrio. No se si el mundo digital minimize los contenidos teoricos fundamentales para entender lo que se hace.