Ya sabeis que a lo largo del tiempo de existencia de este blog he incorporado distintos post o mensajes sobre la problemática de redefinir o replantear el concepto tradicional de "alfabetización". Mi tesis ha consistido en reclamar que se abandone una visión tradicional de la alfabetización, entendida como el aprendizaje de la lectura y escritura de textos, defendiendo la necesidad de desarrollar una nueva visión más global de la misma que incorpore el desarrollo de las competencias digitales e informacionales.
Fruto de esas reflexiones es el libro, recién publicado, titulado ALFABETIZACIONES Y TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN que hemos escrito conjuntamente la prof. Begoña Gros (de la Universidad de Barcelona), Miguel A. Marzal (de la Universidad Carlos III de Madrid) y el autor de este blog (Manuel Area de la Univ. de La Laguna. El libro está publicado por la editorial Síntesis en una colección de textos de Tecnología Educativa dirigida por el prof. J. Cabero (Univ. de Sevilla).
Como podeis imaginar, toda nueva publicación es fruto de un trabajo previo de varios meses (incluso, en algunos caso, años). Por ello, para los autores es una gran satisfacción poder tener entre los dedos las páginas recién impresas -con ese olor característico del libro nuevo- y ver en las mismas lo escrito en la soledad del despacho. En fin, que (aunque sea un bloggero habitual) todavía sigo conservando la ilusión y la emoción de ser también un escritor de papel.
El el índice de la obra podeis verlo en la web promocional de la propia editorial. Sin embargo, para facilitaros una mejor comprensión del planteamiento y estructura del libro os reproduzco a continuación la Introducción de este libro. Espero que sea de vuestro interés.
La alfabetización es una práctica condicionada por el contexto social, cultural y tecnológico de cada época histórica. Durante muchos siglos la escritura y, en consecuencia, la lectura fueron habilidades que una minoría de individuos y grupos sociales dominaban. La persona que poseía las competencias de uso de dichos códigos tanto en la decodificación de su significado como en la producción escrita del mismo era considerada alfabeta. A quien no poseía dicho conocimiento se le añadía el prefijo negativo y se la denominaba “analfabeta”. Por ello, ser alfabeto/analfabeto ha sido siempre una seña o condición de distinción social entre unas personas y otras.
En los dos últimos siglos la alfabetización se ha equiparado a saber leer y escribir textos bien manuscritos o impresos. Por ello, durante el siglo XIX y XX, la adquisición de las competencias y habilidades de la lectoescritura monopolizaron las prácticas alfabetizadoras desarrolladas en el sistema escolar ya que la cultura que accedía a las aulas fue solamente la de los libros, los cuadernos, los diccionarios, las enciclopedias, los carteles, y otras tipologías de materiales en papel. Por el contrario, las imágenes, los sonidos, el lenguaje audiovisual, el folklore popular, los medios de comunicación de masas, etc. fueron relegados a un segundo plano ya que han sido siempre considerados como manifestaciones culturales ajenas o distantes del saber académico. En consecuencia, a pesar del espectacular crecimiento y expansión de lenguajes y formas comunicativas no textuales (el cine, la televisión, la radio, la publicidad, entre otras) ocurrida en las últimas décadas, las instituciones educativas apenas han asumido el reto de formar -o, si se prefiere, alfabetizar- a los niños, jóvenes y adultos ante estos nuevos alfabetos o lenguajes del tiempo actual. Sin embargo, la reciente aparición y generalización de las denominadas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en todos los sectores y ámbitos de nuestra sociedad está propiciando, incluso diríamos que obligando, a un cambio radical de enfoque o perspectiva sobre las metas alfabetizadoras del sistema educativo.
La llamada sociedad de la información representa, en estos momentos, un escenario social, tecnológico y cultural bien diferenciado del siglo pasado. Hoy en día, la información está en todas partes, cualquier sujeto está permanentemente bombardeado por datos, noticias y hechos que llegan a través de múltiples medios tecnológicos y con formas de codificación y acceso inimaginables en el pasado. La participación y comunicación con otros ya no se restringe, como hasta hace poco tiempo atrás, a la escritura epistolar de cartas personales, al envío de mensajes telegráficos o a conversaciones telefónicas, sino que servicios digitales como el email, los foros, la telefonía móvil, los SMS, las videoconferencias/audioconferencias realizadas desde ordenadores personales, etc., están creando nuevas formas de participación e interacción social basadas en la rapidez y simultaneidad de la comunicación.
El acceso a las bases de datos, la navegación hipertextual a través de la WWW, las representaciones multimedia, la interactividad que ofrece el software, los escenarios tridimensionales de los videojuegos, la fácil publicación a través de los servicios de la web 2.0 (blogs, portales de videoclips, de fotografías compartidas, de presentaciones multimedia, etc.), la creación de redes sociales de grupos humanos con intereses comunes, entre otros muchos fenómenos de la cultura digital, requieren y demandan un ciudadano con competencias y habilidades más complejas y variadas que en décadas anteriores. Ser alfabeto de la sociedad informacional, además del dominio de la lecoescritura, requiere también dominar los códigos, lenguajes y formas expresivas audiovisuales, hipertextuales, multimediadas e interactivas. Saber solamente leer y escribir documentos textuales es una condición necesaria, pero insuficiente para desenvolverse de modo inteligente y pleno en la cultura multimodal de la sociedad del siglo XXI.
Este libro trata de las alfabetizaciones (en plural), o si se prefiere, de las multialfabetizaciones. A lo largo de los últimos años se ha reclamado que los centros e instituciones educativas, tanto formales como no formales, además de la alfabetización en la lectoescritura, desarrollen nuevas alfabetizaciones como las denominadas alfabetización visual, alfabetización auditiva, alfabetización tecnológica, alfabetización icónica, alfabetización digital, alfabetización audiovisual y alfabetización en la información, entre otras. Alfabetizar es formar a cualquier sujeto en los códigos y significados de la cultura, formarlo para que esté en condiciones de entender y comunicarse a través de cualquier forma expresiva de la cultura humana: sea escrita, impresa, visual, oral, digital, auditiva, etc. Por ello hablamos de “alfabetizaciones” distintas, pero que convergen hacia un concepto único e integrado de sujeto alfabetizado en la cultura del siglo XXI. Dominar uno de los lenguajes particulares asociados con estas formas comunicativas, pero no los otros, significará que una persona está parcialmente alfabetizada.
Este libro ha sido elaborado con la finalidad de ofrecer a los actuales profesores en ejercicio y, sobre todo, a los futuros docentes tanto del sistema escolar (sean de Educación Infantil, Primaria o Secundaria) como de otros agentes educativos de ámbitos de educación no formal (pedagogos, bibliotecarios o educadores sociales que trabajen en los ámbitos de la educación de personas adultas, las bibliotecas o los telecentros) una visión global de la problemática de la alfabetización en la sociedad contemporánea con una especial atención a las denominadas alfabetizaciones digitales e informacionales.
Para ello se ha organizado este libro en ocho capítulos. El primero tiene un carácter introductorio, que a modo de visión general, describe el papel que juega la alfabetización en la socialización cultural de los individuos y ofrece un recorrido histórico de cómo las distintas civilizaciones humanas han ido creando nuevos lenguajes y soportes para registrar y transmitir la cultura. Para tomar conciencia de cómo debe ser la alfabetización en el siglo XXI es necesario conocer las raíces y evolución histórica de la misma. Este recorrido se centrará en la cultura occidental por lo que no se abordan otros lenguajes y alfabetos de origen asiático, africano o de la América precolombina. Este primer capítulo se ha titulado De la escritura cuneiforme a los hipertextos digitales: los alfabetos a lo largo de la historia.
El segundo capítulo titulado La alfabetización en la sociedad informacional: nuevas necesidades formativas ante las TIC analiza el actual contexto sociocultural de este comienzo del siglo XXI. En este segundo capítulo se parte del supuesto de que las tecnologías digitales están generando un nuevo tipo de analfabetismo, principalmente en la población adulta, lo cual es un nuevo factor de desigualdad social. En dicho capítulo se ofrecen las diferentes perspectivas para abordar la alfabetización digital indicando que esta alfabetización es una condición necesaria e imprescindible para el desarrollo de un modelo de sociedad de información basado en la equidad y en la construcción de una ciudadanía democrática.
El tercer capítulo, con el título de Más allá de la alfabetización tradicional en lecto-escritura: el multialfabetismo, ofrece una breve caracterización de lo que se conoce como los nuevos alfabetismos alternativos o que superan al de la lectoescritura. Se describirán las características más destacables de la alfabetización audiovisual, de la alfabetización digital y de la alfabetización informacional. Este capítulo finaliza con una propuesta integradora de las distintas alfabetizaciones, que recibe el nombre de multialfabetización.
En los siguientes capítulos se abordará con mayor detalle cómo la multialfabetización se desarrolla en los distintos espacios o ámbitos educativos tanto formales como no formales. De este modo en el capítulo cuatro se analizará el desarrollo de la multialfabetización en la educación escolar. Este capítulo es el más extenso del libro, entre otras razones porque el nuevo curriculum derivado de la Ley Orgánica de Educación ha incorporado una competencia básica transversal a todas las materias destinada a desarrollar las competencias informacionales y digitales en el alumnado tanto de Educación Primaria como Secundaria Obligatoria, lo cual significa reconocer y legitimar la multialfabetización como un eje central de la formación escolar de los niños y jóvenes para la sociedad del siglo XXI.
Por otra parte, en el capítulo cinco, Las TIC y la alfabetización en la educación no formal: el papel de las bibliotecas y los telecentros, se aborda la relevancia de la alfabetización informacional desarrollada desde las bibliotecas (tanto las públicas como las universitarias) entendidas éstas también como centros de aprendizaje y no sólo como meros almacenes de libros. Asimismo, en dicho capítulo, se realiza una descripción de los telecentros como instancias de desarrollo de la alfabetización digital. De modo similar, el sexto capítulo aborda la multialfabetización en la educación de adultos y de cómo las TIC afectan a los procesos de aprendizaje de este ámbito educativo con referencias a distintos proyectos y experiencias de este campo y de la modalidad conocida como elearning. El séptimo capítulo titulado La alfabetización digital en la formación del profesorado ofrece reflexiones y propuestas relativas a desarrollar en el profesorado las competencias informacionales y digitales. En dicho capítulo se ofrece un modelo integrado de formación de los docentes con relación a las TIC y los nuevos retos profesionales que implica la utilización pedagógica de estas tecnologías. El octavo y último capítulo denominado Proyectos de alfabetización informacional y digital desarrollados en España y Latinoamérica ofrece distintos ejemplos de proyectos alfabetizadores actualmente en desarrollo.
En definitiva este es un texto, a modo de manual universitario, que tiene un interés especialmente relevante para los estudiantes de los distintos títulos de Maestro de Educación Infantil y Primaria, de Educación Secundaria, de Educación de Adultos, de Pedagogía, de Educación Social o de Biblioteconomía y Documentación. Pero, por supuesto, cualquier agente educativo o social interesado en promover la alfabetización plena de los ciudadanos en cualquier lenguaje, forma cultural o tecnología encontrará conceptos, datos, ideas y reflexiones que le podrán ayudar a mejorar su práctica educativa y profesional.
El el índice de la obra podeis verlo en la web promocional de la propia editorial. Sin embargo, para facilitaros una mejor comprensión del planteamiento y estructura del libro os reproduzco a continuación la Introducción de este libro. Espero que sea de vuestro interés.
INTRODUCCIÓN
La alfabetización es una práctica condicionada por el contexto social, cultural y tecnológico de cada época histórica. Durante muchos siglos la escritura y, en consecuencia, la lectura fueron habilidades que una minoría de individuos y grupos sociales dominaban. La persona que poseía las competencias de uso de dichos códigos tanto en la decodificación de su significado como en la producción escrita del mismo era considerada alfabeta. A quien no poseía dicho conocimiento se le añadía el prefijo negativo y se la denominaba “analfabeta”. Por ello, ser alfabeto/analfabeto ha sido siempre una seña o condición de distinción social entre unas personas y otras.
En los dos últimos siglos la alfabetización se ha equiparado a saber leer y escribir textos bien manuscritos o impresos. Por ello, durante el siglo XIX y XX, la adquisición de las competencias y habilidades de la lectoescritura monopolizaron las prácticas alfabetizadoras desarrolladas en el sistema escolar ya que la cultura que accedía a las aulas fue solamente la de los libros, los cuadernos, los diccionarios, las enciclopedias, los carteles, y otras tipologías de materiales en papel. Por el contrario, las imágenes, los sonidos, el lenguaje audiovisual, el folklore popular, los medios de comunicación de masas, etc. fueron relegados a un segundo plano ya que han sido siempre considerados como manifestaciones culturales ajenas o distantes del saber académico. En consecuencia, a pesar del espectacular crecimiento y expansión de lenguajes y formas comunicativas no textuales (el cine, la televisión, la radio, la publicidad, entre otras) ocurrida en las últimas décadas, las instituciones educativas apenas han asumido el reto de formar -o, si se prefiere, alfabetizar- a los niños, jóvenes y adultos ante estos nuevos alfabetos o lenguajes del tiempo actual. Sin embargo, la reciente aparición y generalización de las denominadas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en todos los sectores y ámbitos de nuestra sociedad está propiciando, incluso diríamos que obligando, a un cambio radical de enfoque o perspectiva sobre las metas alfabetizadoras del sistema educativo.
La llamada sociedad de la información representa, en estos momentos, un escenario social, tecnológico y cultural bien diferenciado del siglo pasado. Hoy en día, la información está en todas partes, cualquier sujeto está permanentemente bombardeado por datos, noticias y hechos que llegan a través de múltiples medios tecnológicos y con formas de codificación y acceso inimaginables en el pasado. La participación y comunicación con otros ya no se restringe, como hasta hace poco tiempo atrás, a la escritura epistolar de cartas personales, al envío de mensajes telegráficos o a conversaciones telefónicas, sino que servicios digitales como el email, los foros, la telefonía móvil, los SMS, las videoconferencias/audioconferencias realizadas desde ordenadores personales, etc., están creando nuevas formas de participación e interacción social basadas en la rapidez y simultaneidad de la comunicación.
El acceso a las bases de datos, la navegación hipertextual a través de la WWW, las representaciones multimedia, la interactividad que ofrece el software, los escenarios tridimensionales de los videojuegos, la fácil publicación a través de los servicios de la web 2.0 (blogs, portales de videoclips, de fotografías compartidas, de presentaciones multimedia, etc.), la creación de redes sociales de grupos humanos con intereses comunes, entre otros muchos fenómenos de la cultura digital, requieren y demandan un ciudadano con competencias y habilidades más complejas y variadas que en décadas anteriores. Ser alfabeto de la sociedad informacional, además del dominio de la lecoescritura, requiere también dominar los códigos, lenguajes y formas expresivas audiovisuales, hipertextuales, multimediadas e interactivas. Saber solamente leer y escribir documentos textuales es una condición necesaria, pero insuficiente para desenvolverse de modo inteligente y pleno en la cultura multimodal de la sociedad del siglo XXI.
Este libro trata de las alfabetizaciones (en plural), o si se prefiere, de las multialfabetizaciones. A lo largo de los últimos años se ha reclamado que los centros e instituciones educativas, tanto formales como no formales, además de la alfabetización en la lectoescritura, desarrollen nuevas alfabetizaciones como las denominadas alfabetización visual, alfabetización auditiva, alfabetización tecnológica, alfabetización icónica, alfabetización digital, alfabetización audiovisual y alfabetización en la información, entre otras. Alfabetizar es formar a cualquier sujeto en los códigos y significados de la cultura, formarlo para que esté en condiciones de entender y comunicarse a través de cualquier forma expresiva de la cultura humana: sea escrita, impresa, visual, oral, digital, auditiva, etc. Por ello hablamos de “alfabetizaciones” distintas, pero que convergen hacia un concepto único e integrado de sujeto alfabetizado en la cultura del siglo XXI. Dominar uno de los lenguajes particulares asociados con estas formas comunicativas, pero no los otros, significará que una persona está parcialmente alfabetizada.
Este libro ha sido elaborado con la finalidad de ofrecer a los actuales profesores en ejercicio y, sobre todo, a los futuros docentes tanto del sistema escolar (sean de Educación Infantil, Primaria o Secundaria) como de otros agentes educativos de ámbitos de educación no formal (pedagogos, bibliotecarios o educadores sociales que trabajen en los ámbitos de la educación de personas adultas, las bibliotecas o los telecentros) una visión global de la problemática de la alfabetización en la sociedad contemporánea con una especial atención a las denominadas alfabetizaciones digitales e informacionales.
Para ello se ha organizado este libro en ocho capítulos. El primero tiene un carácter introductorio, que a modo de visión general, describe el papel que juega la alfabetización en la socialización cultural de los individuos y ofrece un recorrido histórico de cómo las distintas civilizaciones humanas han ido creando nuevos lenguajes y soportes para registrar y transmitir la cultura. Para tomar conciencia de cómo debe ser la alfabetización en el siglo XXI es necesario conocer las raíces y evolución histórica de la misma. Este recorrido se centrará en la cultura occidental por lo que no se abordan otros lenguajes y alfabetos de origen asiático, africano o de la América precolombina. Este primer capítulo se ha titulado De la escritura cuneiforme a los hipertextos digitales: los alfabetos a lo largo de la historia.
El segundo capítulo titulado La alfabetización en la sociedad informacional: nuevas necesidades formativas ante las TIC analiza el actual contexto sociocultural de este comienzo del siglo XXI. En este segundo capítulo se parte del supuesto de que las tecnologías digitales están generando un nuevo tipo de analfabetismo, principalmente en la población adulta, lo cual es un nuevo factor de desigualdad social. En dicho capítulo se ofrecen las diferentes perspectivas para abordar la alfabetización digital indicando que esta alfabetización es una condición necesaria e imprescindible para el desarrollo de un modelo de sociedad de información basado en la equidad y en la construcción de una ciudadanía democrática.
El tercer capítulo, con el título de Más allá de la alfabetización tradicional en lecto-escritura: el multialfabetismo, ofrece una breve caracterización de lo que se conoce como los nuevos alfabetismos alternativos o que superan al de la lectoescritura. Se describirán las características más destacables de la alfabetización audiovisual, de la alfabetización digital y de la alfabetización informacional. Este capítulo finaliza con una propuesta integradora de las distintas alfabetizaciones, que recibe el nombre de multialfabetización.
En los siguientes capítulos se abordará con mayor detalle cómo la multialfabetización se desarrolla en los distintos espacios o ámbitos educativos tanto formales como no formales. De este modo en el capítulo cuatro se analizará el desarrollo de la multialfabetización en la educación escolar. Este capítulo es el más extenso del libro, entre otras razones porque el nuevo curriculum derivado de la Ley Orgánica de Educación ha incorporado una competencia básica transversal a todas las materias destinada a desarrollar las competencias informacionales y digitales en el alumnado tanto de Educación Primaria como Secundaria Obligatoria, lo cual significa reconocer y legitimar la multialfabetización como un eje central de la formación escolar de los niños y jóvenes para la sociedad del siglo XXI.
Por otra parte, en el capítulo cinco, Las TIC y la alfabetización en la educación no formal: el papel de las bibliotecas y los telecentros, se aborda la relevancia de la alfabetización informacional desarrollada desde las bibliotecas (tanto las públicas como las universitarias) entendidas éstas también como centros de aprendizaje y no sólo como meros almacenes de libros. Asimismo, en dicho capítulo, se realiza una descripción de los telecentros como instancias de desarrollo de la alfabetización digital. De modo similar, el sexto capítulo aborda la multialfabetización en la educación de adultos y de cómo las TIC afectan a los procesos de aprendizaje de este ámbito educativo con referencias a distintos proyectos y experiencias de este campo y de la modalidad conocida como elearning. El séptimo capítulo titulado La alfabetización digital en la formación del profesorado ofrece reflexiones y propuestas relativas a desarrollar en el profesorado las competencias informacionales y digitales. En dicho capítulo se ofrece un modelo integrado de formación de los docentes con relación a las TIC y los nuevos retos profesionales que implica la utilización pedagógica de estas tecnologías. El octavo y último capítulo denominado Proyectos de alfabetización informacional y digital desarrollados en España y Latinoamérica ofrece distintos ejemplos de proyectos alfabetizadores actualmente en desarrollo.
En definitiva este es un texto, a modo de manual universitario, que tiene un interés especialmente relevante para los estudiantes de los distintos títulos de Maestro de Educación Infantil y Primaria, de Educación Secundaria, de Educación de Adultos, de Pedagogía, de Educación Social o de Biblioteconomía y Documentación. Pero, por supuesto, cualquier agente educativo o social interesado en promover la alfabetización plena de los ciudadanos en cualquier lenguaje, forma cultural o tecnología encontrará conceptos, datos, ideas y reflexiones que le podrán ayudar a mejorar su práctica educativa y profesional.
3 comentarios:
que interesante megustaria saber como conseguir el libro. tengo planeado realizar una investigacion al respecto
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